8/25/2008

025

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Las fecundas horas que pasé recorriendo cualquier lugar como si fuera un desierto, en búsqueda desinteresada y sin motivo, hicieron surgir en mí el temor a que el desierto soy yo. Sentirse tan vasto interiormente puede ser tanto por una falta o un exceso de puntos que permitan, generando territorio, dimensionar el paisaje. La falta se asemeja a un desierto, el exceso a una bodega copada cuyos límites no se alcanzan a imaginar. Debo inclinarme por lo primero; la falta, la ausencia, o mejor, lo subterráneo. Mis recuerdos e inquietudes más fuertes son apenas como leves salpicadas de arena producto del ajetreado tránsito de un pequeño animal por debajo de un punto antes inhóspito del desierto. Los pierdo de vista rápidamente porque se sumergen demasiado y al cabo de unos días las olas que el viento acarrea por la arena borran su rastro, otras vecen descubren por sorpresa al animal en un encuentro trágico. Comienza su lucha por hundirse nuevamente, ha sido archivado.

Sucede ahora que me siento lleno de viento, lleno de energía, u ondas, ser el espacio que hasta los límites de mi cuerpo llega. El problema que suscita mi agitación es que no aparecen sitios de resistencia responsables de transformar esas olas, transporte de mi señal, en oleaje. No puedo reconocerlas, son solo medios en perpetuo avance, condenados a no ser nunca interrumpidos, no encontrarse con nada. Así, el sentimiento de vastedad interior se somete a la eternidad, la falta de puntos de referencia, con sufrimiento, en mi caso principalmente tristeza. La comunicación evaporada en la piel, transgredida en las aduanas del cuerpo, hace sentir el claustro que nos encierra en lo que parece el infinito: las constataciones suspendidas, el movimiento puro, desligado de las cosas y los hechos, ausencia de finalidad.


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8/13/2008

Ningun poema para la perra

Revolvimiento pecaminoso atenta contra mi voluntad. ¿He de ser yo aquel individuo o es mera ilusión católica la espantosa crueldad que proyecto hacia ti? Mis recuerdos vienen y se van y dejan un aroma a podrido que no puedo soportar. Transmutamiento aquimistico del hedor podrido a una droga que todo lo cura: ira.
Mi arma, mi droga, la ira invade mis venas como una enfermedad de la cual soy aliado. Cuchillos y lanzas, dolor y expresión. He de matarte, marcado por el destino esta tu cabeza; carteles por todas las esquinas con un precio a tu puta wea inservible que está arriba de tu cuello. Ganas de lamer aquel cuello una ves más y succionarte toda tu sangre y entregártela a besos con un gran vomito . Veo imágenes del pasado y se convierten en escenas de una película sangrienta donde la tripas vuelan comos si fueran palomas bañadas de rojo. Vuelan tus tripas por mi mente; desfragmentado tu cuerpo y tu alma envenenada con la poción de la muerte, tus ojos vacíos, sin emoción, sin entender que todo esto es la naturaleza de ser una persona de mierda. No creo que te duela, creo que te sentirás en un paraíso de órganos flotantes, de átomos separados y enlaces perdidos. Putrefacto tu cadáver con más hoyos por donde meterte mi gran pene. Hedor a tu muerte y a mi triunfo sobre esta gran batalla que tanto me ha dolido. Me debes dolor, me debes sufrimiento, me debes la vida tanto como la muerte.
Alfileres en el ojo; te obligaré a mirarme y a responder preguntas con varios signos de exclamación, infinitos signos de mierda que tanto usaste al sugerir la obligación de indiferencia. Mírame, perra, mírame y no me seas indiferente, soy tu asesino, soy el con cuchillos y alfileres. Clavo en tus tímpanos, clavo en tus ojos y en tu clítoris, calvo alfileres por cada estocada por la espalda que me has regalado. Rasgo esa mierda de piel una vez tan suave, la corto y la tiendo al sol hasta que se reseque, la sumerjo en etanol y hago un extracto de todos de todos los alcaloides afrodisíacos presentes para luego fumármelos y follarte más y más hasta que no pueda seguir. Follarte por todas partes y no poder contar con los dedos todos los hoyos extras por donde lamerte y penetrarte mientras mueres y observas y respiras (si puedes) tus últimos gramos de aire.

8/11/2008

Ortigas y Rosas

No puedo ver la humanidad en un ser amarillo, cuyo brillo es más que su propia voluntad. Mis ojos encandilados por espejos piratas que de manera furiosa arrojan luz sobre mi camino, lamentablemente no para guiarme sino para borrarlo de mis sentidos y descuidadamente con cierta ingenuidad lúgubre descarrilarme de aquel preciado sendero alguna vez tan sereno que termina donde empezó. Es un camino peligroso, un campo minado, pero es el único para un ser que fallo ver la humanidad en sí.
Aquel otro, tan lejano y tan cercano, vive y florece en mí. Ortigas y rosas llenan el campo en el que mi alma mora desde el inicio de los tiempos. Aquél ser que ha de ser mi compañero en mi inagotable locura de delirios llega a mis brazos como un desperdició, una maleza a la cual hay que rechazar, negar, mandar al sol de la noche donde nunca más se le verá. Pero está intrínseco a mi humanidad, el reconocer al otro como yo y al yo como al otro. El intento contradictorio hace que, a este ser misterioso, se le desprenda de la realidad mientras una parte de mí logra escapar con él. Cada ser, cada vida que cruza por mi nostálgico sendero captura un pedazo, una fracción de mi ser y cuando éste sigue su propio camino consigo lleva mi alma, consigo lleva mi salud y mi carácter. Más y más camino y más y más seres me hacen compañía, no me importa para qué. Son, solo son y lo que es, soy. Descarrilado de mi camino, fragmentos interminables de mi persona son esparcidos por el plano espacial: 180 grados de luz, todo lo demás es nada; 4 paredes, fuera de ellas, nada. Cada paso es más vació, cada paso... más a la nada. Donde estoy no hay punto, nada escrito. ¿Soy? ¿Son? Cada paso más dudas, cada paso más sufrimiento. Abandonado por mi mismo, desértico y desolado atajo a la felicidad y al sentido.

8/03/2008

016

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Control sobre las situaciones internas. No querer que los anticuerpos nos protejan, hacerse amigo de la enfermedad. No sé si vivir es al final una decisión. Realmente no me importa. Hablemos de nada, prefiero recorrer, no quiero nada de ti. Compraré ese terreno cuando mueran mis padres. Salir a la calle, debo estar bajando escaleras. Tú, si es que perra, bájalas desnuda para demostrarme que el arte no existe. Palpita, hey, nombre, cuando me sienta bien, bajemos, bajemos a la ciudad a comprar un vino. Mujer, nada es tu culpa, ahora tengo otra para dejarme. Te estoy dejando, gracias a todos mis amigos, espérenme, cuando me sienta bien, escribiré algo mejor, démosle tiempo.

Esto está sobre cosas, puta sigo balbuceando, es la música, es la música, cosas vastas, no nombres. Quiero un muslo, hoy, unas grandes tetas que me encierren, con el culo seré más permisivo. Cuando se abra todo, sigan, grupo, estarán solos cuando termine. Los espera una vagina en la casa. Mira mierda, una mujer no es una buena razón para volver a la casa, es una buena razón para vivir. Tengo en mi habitación, cientos de huesos, animales, afuera está el neón, adelante, la vida conciente, pena inerte. No te muevas, pedí algo ya. No quería pedirte nada, de nada. Rodearía cada frase con signos de pregunta, luego asesinarlos con de exclamación. Cuando van juntos: la vida. No soy exagerado, seguramente estaba sentado en los barriles de afuera pensando en la evaporación, la transformación del dolor, los estados del agua, un traje de cualquier cosa, un traje, un cuerpo, la vieja del otro día. Como ven, no tengo mucho de que hablar. Yo, el mundo no nos habla, no está pidiendo nada. No le echen voluntad encima, esa es nuestra condición. En el campo visual caben muchas cosas, una pared. Alguien está usando el baño, el cuerpo no cuelga desde la cabeza.

Fumo mucho cuando escribo, ahora estoy prendiendo uno. Luego pienso, weon, estar vivo, weon, la verdad. Eso nunca es una pregunta. Qué pasa con la gente que se fue, que queríamos mucho. En qué río interno arrojamos su cuerpo, a dónde fue a parar, se está pudriendo en un closet, se descompondrá en algún momento. Esa brisa asquerosa, cruzará nuestro olfato alguna vez. Invocar a alguien. No estoy hablando de los muertos, aunque pensarlo no lleva a nada, pensar no lleva a nada. Embrutecerse, agitar antes de consumir. Merécete un golpe en el cráneo, merecer morir, qué belleza. Dale a la puta fiesta. Celebrar, lamentar con esperanza, esperar. Estamos bailando, no te das cuenta, no hay otra cosa que danza macabra. Mentira, mentir a nuestros padres, todos lo hicimos. Nunca le he sacado la chucha a nadie. El individuo, los aconteceres. Estoy casi llorando, ven a follarme. Vamos a follarla, no se dará cuenta, no tenemos ninguna amiga tan borracha, estoy webiando, hace rato. No estoy webiándote, es lo mas en serio que puedo hablar. Existe, pues, una distinción y una conciliación. Mierda. El alma será al cuerpo lo que el cielo es a la tierra, o la eternidad al tiempo. Pero el cuerpo se inscribe en el alma, es decir, que la tierra depende del cielo. Lo almático no es sino la perfección de lo corporal en un plano terreno. Cacha, nena, cacha. Las iglesias y los templos, alguien dijo que el cuerpo también es un templo. En fin, son aduanas, fronteras comunicantes, no quiero decir vasos comunicados, de ahí vemos. Todo límite requiere aduanas, la frontera de mi cuerpo con mi alma, todavía creo en esa mierda, perdón, puede comportarse de dos maneras. Como aduana, sí, con los perros drogadictos, no puedes pasar nada orgánico, los rayos equis, los trámites, hay excepciones. O como vasos comunicados, aunque esto depende mucho de las condiciones del experimento, pico, la wea es que los líquidos de un recipiente y del otro se equiparan siempre al mismo nivel. Mentira, no sé, sabí que no me acuerdo bien de esa ley culiá. Esto también podría haber sido acerca de la vida y morir. Todo esto es una contradicción, la ambigüedad es el estado elevado, perfecto de la contradicción. Ante la patética y perpetua tentativa de conciliar lo que se contradice, abrazo la ambigüedad. La contradicción es detener un círculo, achatarlo por los lados y transformarlo en un cuadrado estancado. Lástima que ha echado tantas raíces. Ambigüedad, condición suprema, todo está abierto. Todo esta bien, ¿cierto mami?


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Cadaver Exquisitos: Paint