A veces las cosas son básicas y fáciles de entender. Pienso que debería partir por ahí, como base, para que me entiendan. Se que puedo tomar el rol de profesor muy enserio, entonces pido que me sigan la corriente. Hay dos cosas que necesito dejar claro, dos puntos muy importantes en mi teoría, la "teoría clandestina": 1) la vida no cesa de maltratar a la maldición de la imaginación, 2) la espada de la verdad se necesita para vivir.
Veremos esta vida como la nacionalidad del engaño manifestada en la categoría alegórica entre liornas malvadas, justificada bajo alegatos aleatorios en un solo mando presidencial maldecido. No quiero confundirlos con estanques y represas de pensamientos, pero discutiré la relevancia intrínseca de la universalidad del lenguaje personal y cultural. Bajo ciertos parámetros podemos sentirnos gravemente heridos por nuestra propia cultura, pero podemos decir, que esa "cultura" no es más que la invención de una vagina invertida por la polaridad misma de las generaciones anteriores al holocausto. No pretendo darles información oculta de la conspiración nazi por el control de la antártica ni del lado oscuro de la luna, sino hacerlos entender que algunos de nosotros preferimos las cosas calmadas y llenas de cicatrices ambulantes.
Imbéciles, no quiero ketchup!
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