9/30/2013

La bandera entrópica de la laguna imbécil


En un principio el mundo fue creado.
En un instante ya estaba maldecido.
Su futuro era acabar, pero ¿cómo?
Estaba planeado, se concluyó.
Siempre planeado, se dijo.
Todo sucedió tal como sucedió.
Todo empezó tal como empezó.
Todo continuó tal como pasó.
Y así se concluyó.
En el sin tiempo el mundo se maldijo.
En el sin tiempo el mundo se consideró un fracaso.


Él estaba sentado, ella también.
Ellas estaban mirando, ellos también.
El perro estaba ladrando, las plantas estaban gritando.
El sol estaba riendo, la luna estaba llorando.
La caca estaba durmiendo, la lava estaba muriendo.
El átomo estaba escondido, las montañas desaparecían.
El humo volvía al cigarrillo, el cigarrillo se volvía humo.
Las cenizas desaparecían, el bosque renacía.
Dios estaba cantando, los ángeles suicidándose.
Yo estaba callado y también estaba mi mente.
Pensé que se estaba acabando.

Pensé que era el final, pensé que todo...sí.
Todo terminó, pero continuó.
Él estaba sentado, ella también.
Todos lloraban, pero todos reían.
Algunos estaban muertos, pero ninguno vivo.

Hice caca en la escalera, y ella lloró.
La comedia se acabó, pero la comedia se inventó.
Ella hizo caca en la escalera y yo reí.
Ella rio y yo seguí riendo.
La risa lloró y el llanto rio.
Todo hizo caca en la escalera y todo rio.
El llanto rio, el llanto murió.
El llanto vivió, pero rio.
Yo reí, pero ya he muerto.
He muerto, pero nací.
Y cuando nací, nací.
He nacido, pero no renacido.
No reencarné, no resucité.

He muerto, pero ya había nacido.
Todo ha muerto, todo ha perecido.
Todo acabó, pero ya había empezado.

El universo hizo caca en la escalera, y el universo rio.
La escalera no rio, pero yo ya había muerto.
Yo ya había reído, entonces no importó.
La escalera había reído, y eso fue bueno.

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