En un principio el mundo fue creado.
En un instante ya estaba maldecido.
Su futuro era acabar, pero ¿cómo?
Estaba planeado, se concluyó.
Siempre planeado, se dijo.
Todo sucedió tal como sucedió.
Todo empezó tal como empezó.
Todo continuó tal como pasó.
Y así se concluyó.
En el sin tiempo el mundo se
maldijo.
En el sin tiempo el mundo se
consideró un fracaso.
Él estaba sentado, ella también.
Ellas estaban mirando, ellos también.
El perro estaba ladrando, las
plantas estaban gritando.
El sol estaba riendo, la luna estaba
llorando.
La caca estaba durmiendo, la lava
estaba muriendo.
El átomo estaba escondido, las
montañas desaparecían.
El humo volvía al cigarrillo, el
cigarrillo se volvía humo.
Las cenizas desaparecían, el bosque
renacía.
Dios estaba cantando, los ángeles
suicidándose.
Yo estaba callado y también estaba
mi mente.
Pensé que se estaba acabando.
Pensé que era el final, pensé que
todo...sí.
Todo terminó, pero continuó.
Él estaba sentado, ella también.
Todos lloraban, pero todos reían.
Algunos estaban muertos, pero
ninguno vivo.
Hice caca en la escalera, y ella
lloró.
La comedia se acabó, pero la comedia
se inventó.
Ella hizo caca en la escalera y yo
reí.
Ella rio y yo seguí riendo.
La risa lloró y el llanto rio.
Todo hizo caca en la escalera y todo
rio.
El llanto rio, el llanto murió.
El llanto vivió, pero rio.
Yo reí, pero ya he muerto.
He muerto, pero nací.
Y cuando nací, nací.
He nacido, pero no renacido.
No reencarné, no resucité.
He muerto, pero ya había nacido.
Todo ha muerto, todo ha perecido.
Todo acabó, pero ya había empezado.
El universo hizo caca en la
escalera, y el universo rio.
La escalera no rio, pero yo ya había
muerto.
Yo ya había reído, entonces no
importó.
La escalera había reído, y eso fue
bueno.